De entrenadores y los Óscares...

Una buena película es... pues eso, una buena película! no voy a clavarme en rollos cinéfilos! Pero si juntas tres buenas películas con el mismo tema, el resultado es mayor, es sinérgico.

En esta edición de los Óscares me llamó la atención que tres de las películas nominadas se tratan del personaje que logra su objetivo después de un arduo entrenamiento. The Fighter, Black Swan y The King's Speech son -desde miradas diferentes- historias de un personaje con un reto, la forma de superarlo y la relación con la persona que lo entrena. Precisamente, esto último fue lo que me trajo a esta entrada...

Tenemos al manipulador y seductor Thomas en Black Swan, al estricto, bien preparado y didáctico Lionel en The King's Speech y -aunque resulte increíble- al adicto, indisciplinado y "todo corazón" Dicky en The Fighter. Los resultados -de acuerdo a lo que se podría esperar- están en cada peli y no son el objetivo de este post.

Con lo que me quedo es con pensar en los Thomases, Lionels y Dickies de la vida. Todos estamos donde estamos gracias a quiénes han tenido influencia en nuestras vidas y nos han formado. Cuántos de ellos lo han hecho con preparación y una autoridad amistosa y positiva, cuántos a través de la manipulación y cuántos nos han movido sólo con emociones. En lo personal puedo decir que he tenido la suerte de encontrar en mi camino muchos Lionels y de huirle a los Thomases a tiempo, pero siempre me ha costado dejarme enganchar por los Dickies... A veces hay que creer y dejarse llevar por el purititito corazón.

"Dios los hace y ellos se juntan"...